El pasado sábado 28 de junio, la ciudad de Huelva vivió una jornada histórica con la celebración del Rosario Jubilar Rociero, un evento extraordinario enmarcado en el Año Jubilar de la Esperanza. Este emotivo acto fue organizado por el Obispado de Huelva, la Hermandad Matriz de Almonte y la Hermandad de Emigrantes de Huelva, a iniciativa de esta última.
Una cita para la historia rociera
La capital onubense reunió a la gran mayoría de las hermandades rocieras de la diócesis, sumando un total de 25 hermandades participantes que, a pesar de las altas temperaturas, recorrieron las calles del centro de la ciudad en un impresionante rezo común del Santo Rosario. Desde primeras horas de la tarde, la plaza de la Merced se fue llenando de devotos y rocieros para unirse a este acto de fe.
Mons. D. Santiago Gómez, obispo de Huelva, presidió el rezo del santo rosario acompañado por miembros del Cabildo Catedral. El obispo invitó a los asistentes a vivir este rezo «con el corazón dispuesto y la mirada puesta en María», ofreciendo el mismo de forma especial «por la paz en el mundo y la paz también en nuestras familias».
El Coro de la Hermandad de Emigrantes, como hermandad anfitriona y organizadora del acto, tuvo el privilegio de poner sus voces a este solemne rezo, acompañando los misterios con sus cantos y llenando de emoción cada instante del Rosario. El rezo estuvo acompañado por los cantes del Coro de la Hermandad de Emigrantes, que puso la nota final al rosario con el canto de la Salve de la hermandad filial onubense.
El cortejo procesional partió desde la casa hermandad de la Hermandad de Emigrantes, situada en el barrio del Molino de la Vega. En un orden inverso de antigüedad, las hermandades fueron avanzando entre sones de flauta, tamboril, sevillanas y vivas a la Virgen del Rocío. Cerrando el cortejo, la Hermandad Matriz de Almonte y la Hermandad de Emigrantes, que tuvo el privilegio de ir delante por su papel organizador.
La Hermandad de Huelva, siempre en lugar de honor
En este acontecimiento histórico, la Hermandad del Rocío de Huelva tuvo un papel protagonista y destacado, ocupando en todo momento un lugar privilegiado junto a la Hermandad Matriz de Almonte y la Hermandad de Emigrantes. Nuestra hermandad participó activamente durante todo el recorrido y en los actos centrales, mostrando una vez más la importancia y el cariño que la ciudad le profesa.
La emoción del recorrido y los cantes de nuestros coros
Tras la finalización del rezo en la plaza de la Merced, donde los simpecados fueron colocados frente a la Catedral, comenzó el traslado de regreso a la casa hermandad de Emigrantes. Este recorrido, convertido en un auténtico traslado popular, estuvo lleno de momentos emotivos en los que los distintos simpecados fueron recibiendo cantes y homenajes por parte de los devotos en diferentes puntos de la ciudad.
Nuestra hermandad vivió uno de los momentos más especiales cuando nuestro coro oficial cantó en la Placeta y también a las puertas de la casa de hermandad de Emigrantes, acompañando la recogida de los Simpecados. Por su parte, nuestro coro joven brilló especialmente con su actuación en la plaza del Lino, dejando huella con sus cantos y demostrando el compromiso y la ilusión de las nuevas generaciones de rocieros onubenses.
Una ciudad entregada al Rocío
A pesar del calor sofocante, los onubenses se volcaron con este Rosario Jubilar Rociero, acompañando con fervor y entusiasmo a las hermandades y creando estampas inolvidables de fe y tradición en pleno corazón de Huelva. Las calles lucieron bellamente adornadas con cadenetas de bombillas, colgaduras y banderas, mientras las bengalas iluminaban el camino de los simpecados en esta noche histórica para la devoción rociera.