Después del Rosario de la Aurora celebrado el pasado domingo 11 de mayo, y ya con nuestro Simpecado en la Parroquia de la Purísima Concepción, la Hermandad del Rocío de Huelva ha vivido una intensa semana marcada por la devoción mariana y el fervor rociero. Durante cuatro días consecutivos, los hermanos y devotos se reunieron para rendir culto a la Virgen del Rocío con el Triduo, la Solemne Función Principal de Instituto y el posterior traslado del Simpecado hasta nuestra casa de hermandad.
Solemne Triduo en la Purísima Concepción
El Triduo tuvo lugar los días 14, 15 y 16 de mayo a las 20:00h en la Parroquia de la Purísima Concepción. Presidía el altar nuestro Simpecado, enmarcado por una elegante y cuidada decoración floral que realzaba aún más su presencia.
La predicación estuvo a cargo de D. Ignacio Virseda Chaves, párroco de La Antilla y La Redondela, quien durante los tres días ocupó la sagrada cátedra. Acompañaron musicalmente el coro joven de la hermandad, el grupo de tamborileros y el coro de la Hermandad del Rocío de La Macarena, contribuyendo a crear un ambiente de recogimiento y oración.
Solemne Función Principal de Instituto
El sábado 17 de mayo, a las 21:00h, se celebró la Solemne Función Principal de Instituto, oficiada por D. Emilio Rodríguez Claudio, vicario general de la Diócesis de Huelva. Durante esta emotiva eucaristía, el coro oficial de la hermandad acompañó musicalmente la celebración, que culminó una semana intensa de preparación espiritual para la Romería de Pentecostés.
Los sones de flauta y tamboril, a cargo de los tamborileros de la hermandad, anunciaban cada día el inicio y cierre de las celebraciones litúrgicas, evocando el camino que ya se acerca.
Procesión de traslado del Simpecado
Finalizada la Función Principal, pasadas las 22:30h, el Guión de Camino abría el cortejo procesional que acompañó al Simpecado de regreso a la casa de hermandad. Una procesión viva, con sevillanas y rezos, en la que participaron numerosos hermanos y devotos.
El itinerario, organizado por el grupo joven de la hermandad, partió desde la parroquia y recorrió las calles Concepción, Vázquez López y Tres de Agosto. En la capilla de la Hermandad de Pasión, se rezó la Salve y un grupo de hermanos del coro interpretó sevillanas como gesto de hermandad entre cofradías.
El recorrido continuó con una parada ante la Iglesia de la Soledad, nuevas sevillanas, y luego por Pablo Rada, Mackay Macdonald y Federico Mayo, entre otras calles. En cada punto, las voces del coro joven y los cantes espontáneos de hermanos desde balcones llenaron la noche de fervor.
Abriendo el cortejo, el tamborilero Antonio de Huelva marcaba el paso con los sones tradicionales. A la llegada a nuestra casa de hermandad, una gran petalada recibió al Simpecado.
Noche de fe, canto y hermandad
El buen tiempo acompañó durante todo el trayecto, regalándonos una noche hermosa y de temperatura agradable. A las puertas de la capilla, el coro joven de la hermandad entonó las últimas sevillanas y la Salve, culminando una jornada llena de emoción y sentimiento rociero.